El bótox, o toxina botulínica, es uno de los tratamientos estéticos más populares y efectivos del mundo. Sin embargo, a su alrededor giran numerosos mitos y falsas creencias que a menudo generan miedo e incertidumbre. En la Clínica Elena Berezo, la educación del paciente es una prioridad, y la Dra. Berezo dedica una parte crucial de su consulta a desvelar estas incógnitas, permitiendo que sus clientes tomen decisiones informadas y con total confianza.
Uno de los mitos más persistentes es que el bótox deja la cara «congelada» o sin expresión. La Dra. Berezo desmiente esto rotundamente. «El objetivo del bótox de alta gama no es paralizar el rostro, sino suavizar las arrugas dinámicas, que son aquellas que se forman con la gesticulación», explica. Su técnica se centra en inyectar el producto en puntos específicos y con la dosis adecuada para relajar los músculos responsables de las arrugas, como las patas de gallo, el entrecejo o las líneas de la frente, mientras se preserva la capacidad de expresión natural. Un rostro tratado con maestría no muestra signos de inyecciones, sino un aspecto más descansado, fresco y rejuvenecido.
Otro mito común es que el bótox es un tratamiento doloroso. La realidad es que el procedimiento es rápido y casi indoloro. La Dra.zo utiliza agujas extremadamente finas, y en la mayoría de los casos, los pacientes solo sienten una ligera molestia, comparable a la de una picadura de mosquito. «Utilizamos técnicas que minimizan cualquier tipo de incomodidad, y la mayoría de mis pacientes se sorprenden de lo rápido y fácil que es el proceso», comenta la especialista. No se requiere anestesia, y el paciente puede retomar sus actividades diarias de inmediato, lo que lo convierte en un tratamiento ideal para personas con agendas ocupadas.
También existe la creencia errónea de que el bótox es solo para personas mayores. La Clínica Elena Berezo aboga por el concepto de «bótox preventivo», que consiste en iniciar el tratamiento en una etapa temprana, cuando las arrugas de expresión comienzan a marcarse. Al relajar estos músculos de manera preventiva, se evita que las arrugas se profundicen y se conviertan en líneas estáticas permanentes. Esta estrategia no solo es efectiva a largo plazo, sino que también requiere dosis más pequeñas y espaciadas, manteniendo un aspecto juvenil de forma sutil y duradera.
Finalmente, una de las mayores preocupaciones es la seguridad del producto. La Dra. Berezo enfatiza la importancia de utilizar toxina botulínica de alta calidad y aprobada por las autoridades sanitarias. «En la Clínica Elena Berezo, solo trabajamos con las mejores marcas del mercado, garantizando la pureza y la seguridad del tratamiento», asegura. Ponerse en manos de un profesional médico cualificado y con experiencia es la mejor garantía para un resultado satisfactorio y sin riesgos. Al desmitificar estas creencias, la Dra. Berezo no solo informa, sino que empodera a sus pacientes para que tomen el control de su bienestar y belleza con total tranquilidad.